La falta de color en el fruto es uno de los problemas más recurrentes a los que se enfrentan los profesionales agrícolas en cultivos frutales como la nectarina. Esta circunstancia aparentemente poco significativa puede llegar a afectar a la rentabilidad económica de la cosecha.
Con el objetivo de solventar esta coyuntura bastante común en su zona, la empresa Fruvalsu, ubicada en Valdivia (Badajoz), contactó a los expertos de SIPCAM Iberia, pero además buscaba conseguir una mayor cantidad y calidad de la forma más sostenible. Tras observar los resultados positivos de la herramienta de nutrición vegetal CropBalance en otras fincas de Extremadura en la campaña anterior, Fruvalsu decidió apostar por primera vez por esta aplicación que aúna innovación y sostenibilidad.
Los técnicos de SIPCAM se enfrentaron a parcelas muy productivas pero con escaso color. Para dar la mejor solución, se analizaron muestras de suelo y agua en la aplicación, interpretando los datos para equilibrar nutrientes, reducir el estrés y minimizar los efectos negativos de las sales. Con ello se elaboró una recomendación personalizada de abonado y uso de bioestimulantes.
En el cultivo de nectarina variedad KINOLEA, el agricultor consiguió reducir al 50% las UF fosfóricas y unas 10 UF de nitrógeno, equilibrando además potasio, calcio y magnesio. Con el uso de la herramienta CropBalance y de bioestimulantes como Blackjak o Micro Remover aplicados en distintas fases, la producción pasó de 50.000 kilos/ha en la campaña anterior a 64.238 kg/ha y los frutos mostraron una coloración más intensa.